Seattle, mercados y alturas • Día 8 (1)

Si no hubiera fotos, si solo tuviera que hablar de Seattle y no utilizar imágenes, me quedaría con ese recorte de edificios colgados del cielo de la noche y que por el día despierta para mostrar otros detalles

Me quedaría con un centro amable para caminar en un día de sol y sin lluvia, el bullicio del mercado, la amabilidad de la gente, el sentido de permisividad y la idea de esa ciudad abierta a un mar que abre sus fronteras mentales. Me quedaría con la compañía de Lisa poniendo una sonrisa a lo largo del día

Dejamos el coche en su casa y desde allí nos vamos al centro en autobús. En poco más de quince minutos ya estamos caminando por esas calles atravesadas por cables de tranvía y articulada por edificios no ocultan la luz del día

Es sábado y hay manifestación. Aunque no fuera sábado, parece que lo de las manifestaciones es pan de cada día. La de hoy es sobre el derecho a una coexistencia justa y el despliegue policial ya está en orden

Regresamos al mercado por donde estuvimos anoche

pero ahora sí entramos. Hay bastante gente. El lugar no solo reúne a vendedores y compradores sino a magos, cuenta cuentos, músicos callejeros

Ya desde los puestos de fruta y comida que hay en el exterior empiezan a ofrecerte el producto. Las uvas que este chico, exquisitas. Sabían a las moscatel, esa uva de inconfundible sabor que en todos estos años en Wisconsin nunca he llegado a encontrar

No pregunté el precio pero como todo en esta parte del país, no creo que fuera barato

No adelantamos mucho pero tampoco tenemos prisa

Además, ya sea música o gente, siempre hay algún sitio donde pararse 

Luego seguiremos por el mercado pero antes bajamos a un callejón muy especial

¿Llegas a ver lo que hay en las paredes?

Efectivamente, chicles

Ese mismo comentario de admiración por asco o por asombro es el que escuchas de quienes entran y lo ven. La mayoría no pasa de largo. Muchos se paran a masticar y hacer sus pompas para luego dejarlo en la pared. Así son estas cosas. 

Lisa nos guía. Desde el callejón entramos a la parte cubierta, donde hay mil tiendecitas de mercadillo

y luego subimos a la parte donde están los puestos de pescado, flores y artesanías

flores y artesanías

Luego salimos y volvemos a encontrar el bullicio, los músicos,

cafés (el primer Starbucks está ahí mismo) y pequeños restaurantes. Aquí (Mee Sum Pastry) compramos una especie de bollo chino (hombow) que se cocina al vapor y que pedimos relleno de carne deshebrada en barbacoa 

 

Los acompañamos con un buen café que no fue precisamente del gran gigante verde que ha creado y vendido una cultura de café a la que parece difícil resistirse. 

Cuando ya nos íbamos, otro ratito se nos fue en esta aventura de momento, moto y conversación con estos dos amigos que los domingos van al mercado a pasear sus Harleys

Ahora sí, casi la 1 de la tarde cuando salimos de allí

y seguimos caminando por este centro de Seattle,

compartiendo aceras y calles con otros, con o sin extravagancias

Vamos hacia Columbia Center para poder ver la ciudad desde lo alto. Hay mucho que ver en cada manzana, o mucho que ver para quienes disfruten de arquitectura moderna o de imaginar la ciudad con un antes y un ahora.
Por la 1ª Avenida vemos la sede principal del Museo de Arte y la enorme figura de un trabajador martilleando (Hammering Man) que se construyó en 1992 como homenaje a la clase trabajadora

Culturalmente diversa y políticamente liberal, Seattle parece la niña rica del Pacífico con el boom de su economía y de sus innovadores, compañías de nuevas tecnologías, internet, diseño; Microsoft y Starbucks; Amazon y Nordstrom; Costco, Nintendo of America y Expedia; la fundación de Bill y Melinda Gates, entre otras grandes organizaciones y centros de investigación médica.
También es reina en solera, aunque sea una muy distinta a la de las ciudades del este del país. Su puerto es uno de los mayores centros de operaciones del comercio entre Estados Unidos y Asia, y el punto de conexión más importante con Alaska. Entre unas cosas y otras, fue la número 1 en el ranking de ciudades inteligentes por su política gubernamental y su economía verde que ayuda en su lucha por conseguir emisión 0 de polución medioambiental

Botero nos sorprende en la 2ª Avenida

Buscando información en Internet veo que la estatua fue encargada a Botero por el magnate Martin Seling y que se instaló ahí en 2016. Por supuesto, es una estatua de Seling desnudo y como buen Adán de Botero, sus partes nobles están más bien en desventaja así que, mejor hagamos un acercamiento a su rostro

Sí, en la 2ª Avenida con Madison

Todavía no se sabe dónde será colocada Eva, la contraparte, que según el artículo ya está construída y por ahora vive en el jardín de la mansión (asumo) donde vive el magnate.
Comenzamos a estar más cerca de Columbia Center, el edificio más alto del centro de la ciudad con 286 metros y la cuarta construcción más alta de la costa del Pacífico detrás de Salesforce Tower de San Francisco, y de la torre de U.S. Bank y el Wilshire Grand Center de Los Angeles

Me encanta ver esa torre desde todos los ángulos, lo cóncavo de la fachada principal

Desde su mirador (Sky View) vemos la ciudad y nos sentamos a descansar un rato. Hay silencio tras los cristales de ese piso 74 y una burbuja de calma te deja flotar